{"id":2072,"date":"2021-06-12T04:46:04","date_gmt":"2021-06-12T04:46:04","guid":{"rendered":"https:\/\/retaguardiamag.com\/?p=2072"},"modified":"2021-10-12T23:24:51","modified_gmt":"2021-10-12T23:24:51","slug":"arte-saqueado-la-historia-de-una-barca-robada-de-una-isla-del-pacifico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/retaguardiamag.com\/2021\/06\/12\/arte-saqueado-la-historia-de-una-barca-robada-de-una-isla-del-pacifico\/","title":{"rendered":"Arte saqueado: la historia de una barca robada de una isla del Pac\u00edfico"},"content":{"rendered":"

Durante la \u00e9poca colonial se saquearon innumerables obras de arte en todo el mundo. La reapertura del Forum Humboldt en Berl\u00edn est\u00e1 acompa\u00f1ada por una pol\u00e9mica sobre un objeto poco com\u00fan en museos.
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Casi ning\u00fan otro tema ha sido tan debatido en los c\u00edrculos art\u00edsticos en las \u00faltimas semanas en torno a la inauguraci\u00f3n del nuevo Foro Humboldt de Berl\u00edn como la restituci\u00f3n de los tesoros art\u00edsticos del patrimonio colonial, en particular la restituci\u00f3n de los bronces de Ben\u00edn<\/a>. Recientemente, la comisionada federal de Cultura y Medios de Comunicaci\u00f3n, Monika Gr\u00fctters, y los responsables del museo alem\u00e1n acordaron que Alemania devolver\u00eda las valiosas esculturas a su pa\u00eds de origen, Nigeria, en 2022.<\/p>

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Con la reciente publicaci\u00f3n del libro \u00abDas Prachtboot\u00bb (la barca magn\u00edfica) del historiador G\u00f6tz Aly, el debate sobre la restituci\u00f3n podr\u00eda volver a encenderse.<\/p>

Arte saqueado de los mares del sur: la barca Luf<\/h2>

Los europeos tuvieron colonias tambi\u00e9n en los mares del Sur. La barca Luf, la mayor y m\u00e1s destacada pieza de esa regi\u00f3n que podr\u00e1 admirarse en el nuevo Foro Humboldt a partir del oto\u00f1o de 2021, procede de lo que hoy es Pap\u00faa Nueva Guinea. En su libro, Aly revela no solo c\u00f3mo lleg\u00f3 a Berl\u00edn la barca de 16 metros, sino tambi\u00e9n en qu\u00e9 circunstancias: los gobernantes coloniales alemanes dirigieron un r\u00e9gimen brutal en las Islas Ermitas del Archipi\u00e9lago de Bismarck, la mayor de las cuales es la Isla de Luf. \u00abLos que robaban a los nativos o mataban a tiros a uno de ellos, violaban a las mujeres y secuestraban a los j\u00f3venes para que hicieran trabajos forzados, generalmente no tem\u00edan un castigo\u00bb, escribe Aly en su libro. Esto estaba en l\u00ednea con el programa colonial de Alemania esbozado por Bismarck en el Reichstag en el verano de 1884. Por tanto, cabe suponer que la barca de la isla de Luf tambi\u00e9n fue saqueada y no adquirida legalmente.<\/a><\/p>

La barca tiene 16 metros de longitud y ofrece espacio para 50 personas<\/p>

Hermann Parzinger, director de la Fundaci\u00f3n Patrimonio Cultural Prusiano (SPK), a la que tambi\u00e9n pertenece la colecci\u00f3n del Foro Humboldt, lo hab\u00eda negado en el pasado. En una reciente declaraci\u00f3n, el SPK declara ahora que seguir\u00e1 mostrando la barca, solo que ahora como \u00abmonumento a los horrores de la \u00e9poca colonial alemana\u00bb.<\/p>

La barca Luf es en efecto un \u00abmonumento del horror\u201d. Antes del protectorado de Nueva Guinea Alemana (1884-1914), que se extend\u00eda a lo largo de 3.000 kil\u00f3metros en el Pac\u00edfico, los isle\u00f1os ten\u00edan una cultura muy desarrollada. Aunque no conoc\u00edan la letra, cultivaban muchos rituales y eran artistas y artesanos dotados: sin clavos construyeron barcos hermosos, ricamente pintados y, sobre todo, aptos para el mar, con los que cubr\u00edan enormes distancias y en los que cab\u00edan hasta 50 personas.<\/p>

Milagro de la historia de la humanidad: la barca Luf<\/h2>
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Antes de la llegada de los europeos, hab\u00eda cientos de estas barcas en los mares del sur. Todas menos una, la que ahora est\u00e1 en posesi\u00f3n de Berl\u00edn, fueron destruidas en las llamadas expediciones punitivas, que eran habituales durante el periodo colonial. En 1882\/83, los 400 habitantes de la isla de Luf fueron v\u00edctimas de una expedici\u00f3n punitiva instigada por el empresario hamburgu\u00e9s Eduard Hernsheim. M\u00e1s de 300 soldados alemanes asaltaron la isla, destruyeron las caba\u00f1as y destrozaron los barcos, a pesar de que los habitantes no ofrecieron resistencia. Solo sobrevivieron entre 50 y 60 personas. Construyeron la barca que hoy es \u00fanica. Y esa tambi\u00e9n se les iba a quitar.<\/a><\/p>

Antes de trasladar la barca al Foro Humboldt, los t\u00e9cnicos la empaquetaron cuidadosamente.<\/p>

Oficialmente no hay pruebas de una compra ni de un robo. Pero aparentemente el barco cambi\u00f3 de manos por 6000 marcos, una suma realmente alta en aquella \u00e9poca, y lleg\u00f3 a Berl\u00edn. En su libro, Aly describe que durante mucho tiempo se afirm\u00f3 que solo se quer\u00eda preservar la cultura de los isle\u00f1os: su poblaci\u00f3n hab\u00eda disminuido tanto que la barca ya no era necesaria. Durante a\u00f1os persisti\u00f3 la leyenda de que los alemanes hab\u00edan salvado la barca. Pero solo porque hab\u00edan acabado con la cultura de los isle\u00f1os con su \u00abgenocidio indirecto\u00bb, como expone G\u00f6tz Aly en su libro.<\/p>

En Berl\u00edn, la barca oce\u00e1nica pudo ser admirada durante muchos a\u00f1os en el Museo Etnol\u00f3gico del barrio de Dahlem, hasta que fue empaquetada en una caja especialmente fabricada de 20 metros de largo y trasladada al Palacio Real de Berl\u00edn en 2018. Con sus 16 metros, la barca es tan grande que se dej\u00f3 libre un hueco en la fachada para poder transportarla al interior.<\/a><\/p>

En mayo de 2018, la barca Luf se transport\u00f3 a la sala de exposiciones en la primera planta del Foro Humboldt<\/p>

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Un total de 65.000 objetos de los mares del sur se encuentran en posesi\u00f3n de la Fundaci\u00f3n Patrimonio Cultural Prusiano. Durante muchos a\u00f1os, casi nadie se pregunt\u00f3 si estos y otros objetos culturales de otros pa\u00edses tambi\u00e9n hab\u00edan sido adquiridos legalmente. Pero, por ejemplo, a principios del siglo XX ya hubo las primeras peticiones de restituci\u00f3n de Nigeria. La historiadora del arte B\u00e9n\u00e9dicte de Savoy contribuy\u00f3 a poner en marcha la restituci\u00f3n de los tesoros art\u00edsticos de \u00c1frica. Con G\u00f6tz Aly, es posible que otro historiador consiga arrojar luz sobre los oscuros dep\u00f3sitos de los antiguos museos etnol\u00f3gicos y conseguir que salgan a la luz historias tan horribles como las que rodean el robo de la barca de la isla Luf.
dw.com<\/a><\/p>","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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