La humanidad tiene un problema con el pl\u00e1stico. No es ninguna novedad. En 2018 la agencia medioambiental estadounidense calculaba<\/a> que s\u00f3lo \u00e9ramos capaces de reciclar un 8,7% del pl\u00e1stico producido a lo largo de un a\u00f1o. En este proceso no todas las partes del mundo son igual de responsables. Europa y los pa\u00edses m\u00e1s desarrollados consumen m\u00e1s materiales pl\u00e1sticos que otros. Pero no disponen de la infraestructura necesaria para reciclarlo. Durante a\u00f1os, su soluci\u00f3n ha pasado por exportarlo.<\/p>

O eso cre\u00edamos.<\/p>

Mantenlo prendido. Una investigaci\u00f3n<\/a> de Greenpeace en Reino Unido publicada esta semana ilustra lo que sucede con nuestro pl\u00e1stico cuando llega a los vertederos de otras partes del mundo. El trabajo se centra en Turqu\u00eda . Desde que China pusiera fin a sus importaciones de residuos en 2017, Reino Unido y Europa tuvieron que buscar alternativas. Una de ellas fue Turqu\u00eda, y en particular los vertederos de Adana<\/a>. Si en 2016 los puertos brit\u00e1nicos enviaron 12.000 toneladas de pl\u00e1sticos al pa\u00eds, en 2020 la cifra hab\u00eda ascendido a las 209.000 toneladas. Un 30% del total.<\/p>

Y digo fuego. \u00bfY qu\u00e9 sucede con ese pl\u00e1stico que sale de Reino Unido y termina en Turqu\u00eda? Sobre el papel, se recicla. En la pr\u00e1ctica, se le prende fuego. En su visita a las escombreras, la oeneg\u00e9 encontr\u00f3 restos calcinados de productos de Tesco, Aldi, Sainsbury’s, Lidl y Marks & Spencer, algunas de las principales cadenas de supermercados del pa\u00eds. Ni las tiendas cumplen con sus supuestos compromisos medioambientales ni el gobierno brit\u00e1nico hace negocio sostenible con el reciclaje. Lo \u00fanico que Reino Unido (y Europa) han estado haciendo es externalizar la quema.<\/p>

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EN MAGNET<\/a>Espa\u00f1a tiene un problema con sus residuos pl\u00e1sticos. Cada vez menos pa\u00edses quieren quedarse con ellos<\/a><\/p>

Mala idea. Sabemos que prenderle fuego a la basura no es lo ideal<\/a>. El motivo principal es la contaminaci\u00f3n. Las tan afamadas centrales de energ\u00eda suecas que funcionan con basura sobrante de otros pa\u00edses europeos generan m\u00e1s emisiones<\/a> que sus pares de carb\u00f3n o gas natural, y hablamos de dos de las formas de generar electricidad m\u00e1s contaminantes que el ser humano haya ideado jam\u00e1s. Quemar basura no computa como reciclar. Esto es algo que Europa y Reino Unido sab\u00edan de antemano cuando comenzaron a exportar su pl\u00e1stico a Turqu\u00eda, por cierto.<\/p>

El pa\u00eds s\u00f3lo recicla un 12% de sus residuos.<\/p>

Negocio sucio. En 2018, un a\u00f1o despu\u00e9s de que China cerrara el grifo de las importaciones de basura,\u00a0Interpol advert\u00eda<\/a>\u00a0sobre el incremento de las actividades criminales relacionadas con la compra-venta de residuos pl\u00e1sticos y su posterior \u00abreciclaje\u00bb. Ante la inoperancia de los estados, distintas organizaciones criminales entrevieron una oportunidad en el pl\u00e1stico. Pod\u00edan ofrecer sus servicios a cambio de llevar los residuos a pa\u00edses pobres, como Malasia, donde se encargar\u00edan de procesarlos. Este\u00a0procesado\u00a0<\/em>no era sino un eufemismo consistente en quemarlos.<\/p>